¿Cómo debe ser el calzado de azafatas?

- La horma del zapato: en casos especiales como las azafatas de vuelo, debe ser lo más funcional posible para que permita que el pie se adapte perfectamente durante toda la jornada. Habrá que tener en cuenta que el pie de las azafatas está sometido a cambios de presiones y temperaturas, así que es necesario una horma que pueda soportar esos cambios de forma y volumen.
- Un interior sin pliegues ni costuras: el calzado de azafatas debe presentar un interior lo más liso posible para evitar rozaduras durante la jornada de trabajo. Se deben cuidar los interiores casi más que la forma exterior para que puedan aguantar con ellos todo el día sin ningún problema.
- El material debe ser flexible: el zapato debe ser anatómico y ergonómico para poder adaptarse a la forma del pie, a sus movimientos y a sus cambios de volumen. En este sentido, también es preferible que el calzado de azafatas sea un zapato cerrado para permitir una flexión adecuada.
- El tacón: la mayoría de las compañías tienen ya establecida la altura del zapato, pero siempre dejan cierto margen para evitar que sus azafatas tengan problemas de salud. En Galomfarma recomendamos zapatos que tengan un tacón con una base ancha que dé estabilidad al talón. Nuestros modelos son variados, pero en la mayoría el tacón máximo es de 3 cm