consejos cuidar pies

Los pies son uno de los grandes olvidados cuando hablamos de salud y solo nos acordamos de ellos cuando a) llega el verano, tenemos que ponernos sandalias y chanclas o b) cuando nos duelen.

Además, el mal cuidado de los pies puede ocasionar mayores trastornos como problemas en la columna así que ¡no te olvides de ellos!

1. Mantén tus pies limpios y secos

La salud de los pies comienza con una buena higiene diaria. Es importante acordarnos de ellos a la hora de la ducha y dedicarles un tiempo para enjabonarlos y aclararlos a conciencia. Una vez fuera, lo ideal es secarlos de forma individual para que no queden restos de humedad que puedan llevar a la aparición de hongos.

Y, ¡recuerda!, por mucho frío que haga, nunca te pongas un calcetín o zapatilla sin haberte secado antes bien los pies.

2. Hidrata y protege tus pies

Del mismo modo que te aplicas crema hidratante para el cuerpo o la cara, debes hacer lo mismo con los pies. A día de hoy hay muchas cremas en el mercado, pero quizá merezca la pena preguntar en la farmacia u ortopedia más cercana para que nos recomienden cuál es mejor para nuestros pies.

Pero ¿cuánto tarda la crema en absorberse? Esta es una de las cuestiones por las que, quizá, nos da un poco más de pereza utilizar crema hidratante en los pies ya que luego tenemos que esperar a que se absorba “sin poder” movernos. Una buena idea puede ser aplicar tu hidratante antes de dormir o cuando estés relajándote en el sillón.

Por otro lado, debes tener en cuenta utilizar también el protector solar en los pies cuando vayas a la playa, a la piscina o cuando uses sandalias y chanclas. Las quemaduras en los pies son de lo más incómodo y muy perjudiciales para la salud así que ¡ten cuidado!

manten tus pies hidratados

3. Corta y cuida las uñas de los pies adecuadamente

Un buen cuidado de las uñas de los pies es fundamental ya que muchas enfermedades relacionadas con los pies, vienen precisamente por dejarlas crecer demasiado, un mal corte, roturas y otros problemas como hongos.

Debes tener en cuenta que las uñas de los pies tienen que cortarse rectas y hacerlo por la parte externa del dedo. Así evitaremos que se enquisten y que crezcan de forma natural hacia fuera. Un mal corte puede hacer que la uña se encarne, algo extremadamente doloroso.

Por otro lado, vigila la salud de tus uñas y no trates de ocultar las marcas que aparezcan. Muchas de ellas ponen de manifiesto problemas de hongos o infecciones que no se solucionarán con el pintauñas. Antes de enmascararlas, acude al podólogo para que te diga qué tratamiento debes seguir

4. Protege tus pies en espacios compartidos.

Hay ciertos lugares en los que es más fácil coger hongos e infecciones, nos referimos, por ejemplo, a esos espacios de los gimnasios como las duchas y el vestuario, las piscinas públicas, probadores en las tiendas… Evita pisar descalzo en todos esos lugares y asegúrate de llevar un calzado adecuado.

En este sentido, tampoco es demasiado recomendable compartir zapatos con otras personas. Aunque si lo haces, ten la precaución de llevar calcetines o medias que eviten el contacto directo con ellos.

5. Utiliza zapatos adecuados para tus pies

Los zapatos son el accesorio predilecto de muchos de nosotros, y a menudo nos dejamos llevar solo por el factor estético a la hora de elegirlos. ¡Eso tiene que cambiar! Sobre todo, en el día a día.

Los zapatos que usamos a diario deben adaptarse a nuestros pies anatómicamente para ser capaces de aguantar nuestro ritmo. Es algo que, sobre todo, deben tener en cuenta las personas que pasan muchas horas de pie (azafatas, enfermeros, celadores, vendores…). Si utilizamos zapatos que no se adapten a nosotros, tendremos que adaptarnos a ellos y eso puede suponer rozaduras, callos e incluso propiciar la aparición de juanetes.

Usar zapatos anatómicos ya no tiene por qué significar dejar de lado el estilo, puedes encontrar colecciones que combinan ambas cosas.

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6. Alterna tus zapatos cada día

“¡Nunca se tienen suficientes zapatos!” afirman los diseñadores de moda, algo que también es certificado por profesionales de la salud… aunque con algunos matices. Según los profesionales es recomendable alternar zapatos (si son cómodos, mejor) cada día para evitar para dejar que respiren y evitar que se formen bacterias.

Después de todo un día utilizando el mismo calzado, es más que probable que queden restos de sudor en ellos. Debemos dejar que se sequen completamente para volver a ponérnoslos, así que la alternancia es vital. ¡Ya tienes excusa para tener un buen fondo de zapatero!

7. Evita la sudoración excesiva con zapatos transpirables

¿Sabías que tenemos 250.000 glándulas sudoríparas en cada pie? Con ese dato, puedes imaginar lo importante que es mantener la sudoración a raya. Utilizar unos calcetines que transpiren es lo más importante, ya que harán que el pie esté seco y cuidado.

Cuando el calzado es de calidad, también aportará esa transpirabilidad que necesitamos. Apuesta, sobre todo, por calzado de piel y materiales especiales que permitan que el aire circule secando tus pies de forma constante

8. Camina y haz ejercicio

Caminar es una gran manera de mantenernos en forma, pero también es un excelente ejercicio para la salud de nuestros pies. A la hora de ejercitarlos, debes tener muy en cuenta el utilizar calzado apropiado para este tipo de ejercicio. Dependiendo de la forma de tu pisada tendrás que utilizar un tipo de deportiva u otra.

Y si quieres ayudar a mejorar la circulación de tus pies, también puedes caminar descalzo por ciertas superficies. Seguro que has oído de los beneficios de caminar por la arena de la playa, pero si no te queda cerca, siempre puedes buscar la orilla de los ríos. Cuando una superficie presenta ligeros resaltos, puede tener efectos terapéuticos que ayudan a relajar nuestros pies con una especie de masaje al caminar por ellos.

zapatos ejercicio

9. Los zapatos cómodos, siempre a mano

Ya hemos visto que lo mejor es utilizar un calzado que se adapte a nuestros pies y que no nos haga daño. Pero hay ocasiones en las que toca sufrir  y utilizar zapatos más incómodos de lo que nos gustaría. En ese caso, lo mejor es tener cerca unos zapatos cómodos para cambiarnos en cuanto acabe nuestro compromiso. De esta forma daremos un descanso inmediato a nuestros pies.

De todas formas, trata de buscar siempre un zapato que no te moleste. Si buscas bien, seguro que encuentras algún modelo de zapato anatómico que pueda servirte para estas ocasiones. ¡Merecerá la pena!

10. Ante cualquier problema persistente, ve a un especialista

Cuando nos encontramos con un problema en los pies que se alarga en el tiempo como la aparición de grietas, sequedades, juanetes incipientes o dolor prolongado, debemos acudir a un especialista.

Un primer paso puede ser acudir a farmacias y ortopedias especializadas para que nos orienten en problemas leves, pero tampoco descartes el ir a un podólogo ¡nadie mejor que él para encontrar la solución!

En conclusión, es importante confiar en un calzado transpirable y de calidad que permita que no se acumule la humedad. Además, el calzado debe adaptarse al pie, por lo que apuesta por zapatos anatómicos para el día a día ¡sobre todo si vas a pasar mucho tiempo de pie!

En Galomfarma somos especialistas en el cuidado de tus pies, así que no dudes en visitarnos ¡Te esperamos!

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